13 - 09 - 2019

Consejos para conservar los cartuchos de impresión

Asesoramiento de expertos

En ocasiones, los cartuchos de impresión suponen un gasto importante para un particular o una empresa. No hay nada más molesto que descubrir que un cartucho nuevo no funciona correctamente y que hay que sustituirlo sin haberlo utilizado.  En este artículo, compartimos nuestros consejos de buenas prácticas para evitar inconvenientes de este tipo y conservar lo mejor posible los cartuchos de tinta o láser.

 

¿Cómo conservar correctamente los cartuchos láser?

 

 

Los cartuchos láser son sensibles a factores externos como la temperatura, la humedad y la luminosidad.

  1. Desconfiar de la temperatura

Fuera de la impresora, los cartuchos de impresión láser deben conservarse a una temperatura inferior a 40 grados. Las temperaturas altas podrían provocar que las partículas de polvo se peguen las unas a las otras. Esto tendría como consecuencia fallos de impresión (manchas, fugas, etc.). Las partículas también podrían dañar la impresora.

  1. ¡Cuidado con la humedad!

Un porcentaje de humedad demasiado elevado (aproximadamente por encima de 80 %) modificará la carga electrostática y causará problemas de calidad de impresión. El polvo no se transferirá correctamente al papel. Hay que tener en cuenta que el lugar donde se conservan los cartuchos debe ser suficientemente seco.

  1. Los cartuchos son sensibles a la luminosidad

El tambor del cartucho (cilindro fotoconductor) es sensible a la luz. Si permanece demasiado expuesto, la calidad del cartucho puede empeorar. Esto provocará manchas en las impresiones. ¡Los cartuchos no se deben exponer directamente al sol!

 

Evidentemente, al igual que en el caso de los cartuchos de tinta, los cartuchos láser deben manipularse con cuidado para no dañar el chip electrónico (la impresora no reconocería el cartucho, etc.).

 

¿Cómo conservar correctamente los cartuchos de tinta?

 

 

  1.  Evitar que la tinta de los cartuchos se seque

Para que un cartucho de tinta funcione correctamente, la tinta debe estar líquida. De hecho, si la tinta de un cartucho de impresión se seca, el cabezal de impresión por el que pasa la tinta puede dejar de funcionar correctamente. La tinta no líquida daña el cabezal de impresión, puesto que obstruye los inyectores. Cuanto más seca esté la tinta, más difícil será lograr que funcione de nuevo.

 El cabezal de impresión puede estar incorporado en la impresora o directamente en el cartucho. Si el cabezal de impresión se encuentra en la impresora, solucionar este problema puede resultar incluso más complicado. Además, si no es un cabezal reutilizable, habrá que reparar o sustituir la impresora. Si el cabezal está en el cartucho, sencillamente habrá que sustituirlo.

Para evitar que el cartucho se seque, recomendamos seguir estos consejos:

- No exponer el cartucho de tinta a temperaturas extremas (demasiado altas o negativas), ya que se puede alterar la fluidez de la tinta.

- Imprimir con regularidad para evitar que la tinta se atasque en el cabezal de impresión. Se recomienda imprimir una página por semana.

- Abrir la tapa del cartucho únicamente justo cuando se vaya a insertar en la impresora. ¡Abrir con cuidado para no perder tinta!

- Utilizar los cartuchos más antiguos antes que los nuevos.

Si, debido a un descuido, la tinta de uno de los cartuchos se ha secado, se puede intentar que sirva de nuevo limpiando los inyectores mediante el software de la impresora (ver pestaña de mantenimiento). Las impresoras están dotadas de instrumentos que permiten limpiar los cabezales de impresión.

Después de la limpieza, debe pasar al menos una hora antes de volver a imprimir. De este modo, la tinta utilizada durante la limpieza dispone del tiempo suficiente para disolver la tinta bloqueada en los inyectores. No repetir la operación más de 3 veces. La limpieza de los inyectores se llevará a cabo en todos los cartuchos de la impresora, por eso, es posible que se usen todos los cartuchos de forma innecesaria.

Después de 3 limpiezas, si el cartucho sigue sin funcionar, limpie el cabezal de impresión utilizando papel absorbente húmedo y realizando un movimiento suave y lineal. Aparecerán las filas de los inyectores (3 colores diferentes para el color, de 2 a 3 filas para los negros). Si falta una fila, indica que el depósito está vacío. Los diversos tutoriales que circulan por Internet se deben consultar con precaución, es importante comprobar que la fuente es fiable y que los consejos los da un profesional. Desgraciadamente, si no se logra solucionar el problema, se aconseja sustituir el cartucho.

2. Evitar los problemas de fugas y las caídas

¡Evitar trasportar los cartuchos en avión! Un importante cambio de presión puede provocar fugas de tinta.

Asimismo, debido a que son muy sensibles, los cartuchos se deben manipular con cuidado. Incluso si se cuenta con un embalaje adaptado, una caída puede dañar rápidamente los depósitos de tinta o los chips. Si el chip está dañado o sucio, la impresora podría no reconocer el cartucho.

En Armor, tanto en el caso de nuestros cartuchos Armor como OWA, procuramos minimizar los riesgos (embalaje adaptado con colchón de aire reciclable, formulación de tinta optimizada, garantía de 3 años para los cartuchos de inyección de tinta y de por vida para los cartuchos láser, etc.). No obstante, todos los cartuchos son muy frágiles y se deben adoptar una serie de precauciones para no alterar la calidad de los cartuchos.

Descubra también el artículo: Saberlo todo sobre la calidad de la tinta de sus cartuchos

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